2016: dar vuelta la pagina y ver nuevas posibilidades
Algunas veces sentimos que el año que se fue nos permitió quedarnos con algún aprendizaje o cualquier otra cosa de valor para nosotros. Reflexionar sobre esto nos puede servir para sumarlo al año que llega. El año que comienza suele permitirnos proyectar los cambios que consideremos necesarios para obtener todos aquellos resultados que fueron esquivos en el año que pasó.
Los balances que hacemos a fin de año y con la llegada del nuevo año pueden tener distintas razones. Más allá que puedan servir para diversos motivos, también nos proporcionan una cuota del deber cumplido o simplemente nos indican lo que nos está faltando. Es a partir de ahí que podríamos enumerar los diversos "para qué" e identificar cuál o cuáles son los que nos identifican:
ENCONTRAR SENTIDO A NUESTRAS DECISIONES
Cuando empezamos a evaluar lo ocurrido en el transcurso del año que se fue, nuestras decisiones pueden ir tomando sentido, y aún más, si podemos entrelazarlas con hechos positivos. Replantear las decisiones que nos han cerrado posibilidades, forma parte de nuestro aprendizaje.
HACERNOS CARGO DE LAS CONSECUENCIAS DE NUESTRAS ACCIONES
Todas nuestras acciones suelen tener consecuencias, algunas previstas y otras no tanto. Analizarlas y responsabilizarnos por ellas nos puede permitir mirar el futuro desde un nuevo diseño. O sea, que podríamos contar con la posibilidad de abrir nuevos horizontes aprendiendo del pasado, cuidándonos de que esto no nos condicione para intentar nuevamente sin estar cautivos de las malas experiencias.
ENCONTRAR NUESTRAS PRIORIDADES EN LA VIDA
Una fuente de análisis que puede resultar nos muy rica en información y ayudarnos a ordenarnos para ganar y alcanzar lo que deseamos es el balance y la observación de nuestras metas, pudiendo distinguir y elegir las prioridades que nos pueden resultar mejor para la apertura de nuevas oportunidades, dejando atrás las que nos cierran.
CONOCERNOS MÁS
En el transcurso del año que suele resultar casi imposible realizar cualquier análisis, debido a que el día a día nos mantiene ocupados. El comienzo de un nuevo año es una oportunidad para reflexionar sobre lo actuado y la forma en que hemos actuado. Esto nos permite a acceder de alguna forma al auto conocimiento, poniendo de manifiesto quienes estamos siendo con las cosas que nos pasan, y de esta manera observar si esta eventual forma, es la que nos brinda más satisfacciones o nos aleja de ellas.
MIRAR HACIA EL FUTURO
Haciendo un balance para observar que oportunidades podremos aprovechar en el futuro, podremos abrir un abanico de posibilidades, basándonos en los resultados buenos y malos del año que finalizó. Tener presente que existe un futuro y que el fin de año es un límite virtual, en el cual le damos la autoridad de un fin del ciclo, nos puede disminuir las ansiedades y las angustias que nos suelen atrapar.
IMPLICARNOS EL CAMBIO
Más allá del enojo o la angustia que nos transmite y nos puede provocar las cosas que no han salido como queríamos, pero sí encontramos valor en el cambio, nuestros objetivos podrían adaptarse para alcanzar lo que queremos. Si realmente estamos comprometidos con cambiar, aquello que no ha resultado, será más sencillo. En cambio, si lo hacemos desde la obligación, difícilmente nos resulte fácil cambiar.
VALORAR EL ESFUERZO
Son contadas las veces que reconocemos lo que hemos alcanzado, y también, son contadas las veces que valoramos nuestro compromiso. Es por eso que a veces nos sabe a poco el éxito y no nos completa. Valorar el esfuerzo de lo poco o mucho que hayamos logrado, suele resultar reparador, ya que nuestro exigente, balanceando y volviendo gratificante cualquier resultado obtenido.
OBSERVAR LO QUE HEMOS ALCANZADO
Así como es reconfortante cuando a fin de año nos encontramos con nuestros logros, también es vital, para una buena calidad de vida, no mortificarnos por lo que no hemos alcanzado hasta el momento. Si podemos disfrutar los logros que hemos obtenido, nos resultará más sencillo sentirnos motivados y renovar fuerzas para alcanzar los compromisos del futuro y disfrutar en el camino.
MOTIVARNOS A ACTUAR
Al comenzar un nuevo año, lo que nos faltó alcanzar en el año pasado suele ser fuente de motivación, siempre que valoremos lo que significa alcanzar nuestras metas propuestas y mantener el compromiso con ellas. La motivación, tras el balance suele surgir si, analizando lo que nos falta, nos predisponemos para actuar en consecuencia, y desde allí, nos comprometemos con nuestros resultados.
SOÑAR QUE PODEMOS CAMBIAR NUESTRA VIDA
En nuestras vidas, un balance del año concluido puede permitirnos a soñar con algo diferente y motivador para el año que arranca, pudiendo impu2lsarnos a través de nuestros sueños a conseguir lo que hemos estado buscando.
Los balances que hacemos a fin de año y con la llegada del nuevo año pueden tener distintas razones. Más allá que puedan servir para diversos motivos, también nos proporcionan una cuota del deber cumplido o simplemente nos indican lo que nos está faltando. Es a partir de ahí que podríamos enumerar los diversos "para qué" e identificar cuál o cuáles son los que nos identifican:
ENCONTRAR SENTIDO A NUESTRAS DECISIONES
Cuando empezamos a evaluar lo ocurrido en el transcurso del año que se fue, nuestras decisiones pueden ir tomando sentido, y aún más, si podemos entrelazarlas con hechos positivos. Replantear las decisiones que nos han cerrado posibilidades, forma parte de nuestro aprendizaje.
HACERNOS CARGO DE LAS CONSECUENCIAS DE NUESTRAS ACCIONES
Todas nuestras acciones suelen tener consecuencias, algunas previstas y otras no tanto. Analizarlas y responsabilizarnos por ellas nos puede permitir mirar el futuro desde un nuevo diseño. O sea, que podríamos contar con la posibilidad de abrir nuevos horizontes aprendiendo del pasado, cuidándonos de que esto no nos condicione para intentar nuevamente sin estar cautivos de las malas experiencias.
ENCONTRAR NUESTRAS PRIORIDADES EN LA VIDA
Una fuente de análisis que puede resultar nos muy rica en información y ayudarnos a ordenarnos para ganar y alcanzar lo que deseamos es el balance y la observación de nuestras metas, pudiendo distinguir y elegir las prioridades que nos pueden resultar mejor para la apertura de nuevas oportunidades, dejando atrás las que nos cierran.
CONOCERNOS MÁS
En el transcurso del año que suele resultar casi imposible realizar cualquier análisis, debido a que el día a día nos mantiene ocupados. El comienzo de un nuevo año es una oportunidad para reflexionar sobre lo actuado y la forma en que hemos actuado. Esto nos permite a acceder de alguna forma al auto conocimiento, poniendo de manifiesto quienes estamos siendo con las cosas que nos pasan, y de esta manera observar si esta eventual forma, es la que nos brinda más satisfacciones o nos aleja de ellas.
MIRAR HACIA EL FUTURO
Haciendo un balance para observar que oportunidades podremos aprovechar en el futuro, podremos abrir un abanico de posibilidades, basándonos en los resultados buenos y malos del año que finalizó. Tener presente que existe un futuro y que el fin de año es un límite virtual, en el cual le damos la autoridad de un fin del ciclo, nos puede disminuir las ansiedades y las angustias que nos suelen atrapar.
IMPLICARNOS EL CAMBIO
Más allá del enojo o la angustia que nos transmite y nos puede provocar las cosas que no han salido como queríamos, pero sí encontramos valor en el cambio, nuestros objetivos podrían adaptarse para alcanzar lo que queremos. Si realmente estamos comprometidos con cambiar, aquello que no ha resultado, será más sencillo. En cambio, si lo hacemos desde la obligación, difícilmente nos resulte fácil cambiar.
VALORAR EL ESFUERZO
Son contadas las veces que reconocemos lo que hemos alcanzado, y también, son contadas las veces que valoramos nuestro compromiso. Es por eso que a veces nos sabe a poco el éxito y no nos completa. Valorar el esfuerzo de lo poco o mucho que hayamos logrado, suele resultar reparador, ya que nuestro exigente, balanceando y volviendo gratificante cualquier resultado obtenido.
OBSERVAR LO QUE HEMOS ALCANZADO
Así como es reconfortante cuando a fin de año nos encontramos con nuestros logros, también es vital, para una buena calidad de vida, no mortificarnos por lo que no hemos alcanzado hasta el momento. Si podemos disfrutar los logros que hemos obtenido, nos resultará más sencillo sentirnos motivados y renovar fuerzas para alcanzar los compromisos del futuro y disfrutar en el camino.
MOTIVARNOS A ACTUAR
Al comenzar un nuevo año, lo que nos faltó alcanzar en el año pasado suele ser fuente de motivación, siempre que valoremos lo que significa alcanzar nuestras metas propuestas y mantener el compromiso con ellas. La motivación, tras el balance suele surgir si, analizando lo que nos falta, nos predisponemos para actuar en consecuencia, y desde allí, nos comprometemos con nuestros resultados.
SOÑAR QUE PODEMOS CAMBIAR NUESTRA VIDA
En nuestras vidas, un balance del año concluido puede permitirnos a soñar con algo diferente y motivador para el año que arranca, pudiendo impu2lsarnos a través de nuestros sueños a conseguir lo que hemos estado buscando.
Existe una frase muy famosa que dice: "Si lo puedes soñar, lo puedes lograr"
Comentarios
Publicar un comentario