Todo tiene una razón

Todo pasa por una razón en la vida. Nada sucede por casualidad o por

la suerte

Sin estas pequeñas pruebas la vida sería como una carretera recién pavimentada, suave y lisa. Una carretera directa, sin rumbo a ningún lugar, plana, cómoda y segura, más empañada y sin razón.

En la vida nos suceden cosas tan crueles que en ocasiones queremos darnos por vencidos, en algunos momentos somos tan vulnerables y perdemos el aliento, además sentimos que no hay fuerzas en nuestro cuerpo para levantarnos del fracaso, eso nos sucede a todos, pensamos que la felicidad no es completa 

La gente que conoces afecta tu vida. Las caídas y los triunfos que vos experimentas crean la persona que sos. Aún se puede aprender de las malas experiencias también. Es más, quizás sean las más significativas en nuestras vidas. Si alguien te lastima profundo, te traiciona o rompe tu corazón, dale las gracias porque te ha enseñado la importancia del perdón, la confianza y a tener más cuidado de a quién le abres tu corazón. Si alguien te ama, ámalos vos a ellos, no porque ellos te aman, sino porque te han enseñado a amar y a abrir tu corazón y tus ojos a las cosas pequeñas de la vida.

Hace que cada día cuente y aprecia cada momento, y aprende de todo lo que puedas aprender, porque quizás más adelante no tengas la oportunidad de aprender lo que tienes que aprender de este momento.

Es tan difícil a veces la vida que olvidamos sonreír, ignoramos el aire, el calor del sol y la tierna lluvia que rosa nuestro ser,  no seamos débiles, levantemos nuestra mirada y tomemos de ejemplo al sol, astro que aún siendo el más grande de nuestra galaxia oculta un secreto, secreto que no lo hace débil si no el más valiente de todos los astros…  

El sol nace en el oriente y da lo mejor de su resplandor luego vuelve al occidente que lo oculta y lo mata para que al nuevo día salga con las mismas fuerzas de ayer. 

"Nada es difícil cuando se quiere actuar."