- Aprendizajes -
Aprendiste a usar traje y corbata. Aprendiste a usar vestido y zapatos de taco.
Aprendiste a decir "Perdón", "Por favor" y "Gracias". Aprendiste, más adelante, a expresarlos sin sentirlos. Aprendiste la tabla del uno, del dos, del tres. Aprendiste la del ocho, más o menos. Aprendiste a nunca conformarte con la plata que ganás. Y así aprendiste a ser conformista para ganarla, metiéndote en una oficina a trabajar más horas de las que vivís.
Aprendiste a mentir, y a tenerle miedo a la verdad. Aprendiste a ser educado, correcto, estructurado, formal. Aprendiste a masticar con la boca cerrada y el perfecto uso de los cubiertos. Aprendiste a mantener el control. Te olvidaste de que, a veces, se llega más lejos cuando el control se pierde.
Aprendiste a desconfiar de las personas, aprendiste a usarlas.
Aprendiste a querer a alguien que no te quiere, y a despreciar al que sí lo hace.
Nadie te enseño a llorar, te salió solo. Pero aprendiste a tragarte hasta la última lágrima. Por orgullo, por vergüenza, por idiota.
Aprendiste que los amigos son importantes, y que siempre están. También aprendiste a cambiarlo por el amor. Quizás te llegó el mensaje de la sociedad de que está mal visto estar solo. Aprendiste que estar solo es tomado como un fracaso directamente proporcional a los años que tenés.
Aprendiste que es mejor decir las cosas que uno siente en el momento, aunque después digan a espalda tuya que dijiste cosas inciertas o que dijiste la verdad pero del otro lado no lo quieren admitir.
Aprendiste a usar caretas. No te diste cuenta de que incluso con una máscara puesta todo el día, se te siguen viendo los ojos. Y en los ojos, aprendiz, está el alma.
Aprendiste a sumar, a restar, un poco a dividir. Lo tuyo, es tuyo. Lo mio, es mio. Y los que no tienen que repartir, que se jodan.
Aprendiste a decir que sí por compromiso. Aprendiste a ver el resultado y no el esfuerzo. Aprendiste a la resignación, la comodidad. Aprendiste a no saber por qué. Aprendiste a querer taparlo con cualquier cosa. Aprendiste, también, que no se tapa.
Aprendiste a intentar cumplir las expectativas de los otros. Dejaste un cajón lleno de polvo tus sueños.
Tirá los manuales de "Las cosas que tengo que hacer según este mundo". Los tomos que tengas, de verdad, no te hacen falta. Sacate el traje y la corbata. Sacate el vestido y los tacos. Quemá la máscara.
Te invito a que aprendas a reinventarte
Comentarios
Publicar un comentario