Desear el mal

Te desean el mal, porque eso es lo que tienen adentro. Porque cada uno pueda dar lo que lleva en sí. Te desean el mal, y la vida sigue. Te causan dolor, y el tiempo pasa. Te intentan lastimar, y los días siguen empezando y terminando. Ellos, siguen su vida como si nada, inconscientes de la herida que provocaron. Y vos sufrís. Por un tiempo.

Por un tiempo, te va a doler. La mentira de la que te hicieron formar parte, las cosas horribles que te dijeron, y lo mucho que quisieron causarte dolor. Te va a doler la exposición por la cual te hicieron pasar, porque así no sos vos. Porque vos nunca quisiste que nada pasara. Porque así no es tu corazón. Te va a doler que realmente sean felices a costa de tu tristeza, porque no lo entendes. Y te va a doler que realmente hayan querido que sufras. Porque vos no querés que nadie lo haga. Te va a doler cada palabra que hayan usado para provocarte una herida, te va a doler ahí donde eras débil y te pegaron. Por un tiempo. Te vas a prometer no confiar en nadie nunca más, te vas a encerrar en vos mismo. Vas a usar a la gente como te usaron a vos, vas a salir todo el tiempo, o vas a pasar días enteros encerrado pensando. Vas a llorar. Vas a intentar encontrar respuestas, encontrarle sentido a tanta decepción. Y después vas a entender que no lo tiene. Que la gente mala es mala, y que eso es todo lo que siempre va a ser. Vas a perdonarte el haber confiado, el haber querido y haberlo hecho bien. Vas a entender que vos sabes quien sos y sabes lo que mereces, y no tenes que demostrarle nada a nadie. Te vas a aferrar a la gente que te quiere. Vas a entender que hay mucha gente que te quiere. Vas a desmentir cada una de las cosas que esa gente te hizo sentir que estaban mal en tu vida, y vas a entender que con cada palabra con la que intentó destruirte, con cada insulto, solo se describía a sí misma. Vas a comprender que sos valioso, y que nada de lo que te quiso hacer sentir fue real. Nunca lo fue.

Y un día, quizás en un mes, quizás en dos, quizás en tres. Un día, te levantas, y ya no va a dolerte más. Así, sin explicación aparente. O quizás fue un proceso largo. Quizás cada día en el que destrozado te levantaste de la cama y quisiste salir adelante, contó. Un día, te encontrás en paz. Un día, entendés que merecés ser feliz. Y un día, mas adelante, te despertás, y te das cuenta que lo sos.

Un día te encontrás denuevo sonriendo y riendo, queriendo a la gente, creyendo en que es buena, creyendo en vos mismo, siendo plenamente feliz. Un día, el dolor parece tan lejano que es simplemente una historia fea que te dejó más enseñanzas que cicatrices. Aprendiste que la gente mala existe, y que no tenes poder por sobre ellos. No podes cambiarla, no podes entenderla, porque vos nunca vas a desear que nadie sufra, y ella sí.

Pero al final del día, cueste lo que cueste, volvés a sonreír. Porque no tienen control sobre tu felicidad. Porque realmente, sus deseos no te determinan. Porque solo son tristes personas, muy tristes, siendo felices a base del dolor ajeno. Y porque al final del día, ni siquiera pudieron lograr tal dolor. Un día todo pasa y vos, que por un tiempito, fuiste una persona triste, sos alegre de nuevo. Estás tranquilo porque sabes tu verdad y no te importa quién crea la de ellos. Y en cuanto a ellos, siguen siendo malas personas, porque eso es lo que son, y eso es lo que siempre van a ser. Y todo el mal que te desearon, algún día les vuelve, porque reciben lo que dieron, como todos en esta vida.

Disfruta tu sonrisa, que te queda hermosa, y que realmente después de todo lo que atravesaste, es la recompensa que te mereces. Y que de la recompensa de ellos, se encargue la vida, porque nadie sale ileso de desear el mal.

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